Reflexión Matanza del 68 (Tlatelolco)

El 2 de octubre de 1968 un movimiento estudiantil se reúne en la Plaza de Las 3 Culturas para reclamar democracia, la derogación de un artículo del Código Penal, el llamado delito de opinión, la libertad de varios presos políticos, la destitución del jefe de la policía y el diálogo público entre el Gobierno y los estudiantes. A pesar de que las manifestaciones públicas tenían un carácter pacífico, los estudiantes sufrieron represión, detenciones, secuestros, desaparecidos y muerte por parte del gobierno mexicano.

Hechos como éstos, nos dicen que en ese momento no existía una completa libertad de expresión. Si los estudiantes buscaban el diálogo y mostrar sus ideas, su seguridad corría peligro. Para ellos, los cuerpos de seguridad representaron un peligro más que el hecho de sentirse protegidos. No es posible que el precio para construir un futuro diferente sea tan elevado.

Ese día, hubo una clara violación de los derechos humanos (libertad, vida, integridad, información, etc.) y de la Constitución. Estas violaciones fueron encubiertas por el gobierno y esto fue fácil gracias a la existencia de la corrupción y a que, en esa época, el discurso de los derechos humanos no era un tema suficientemente discutido por la sociedad mexicana en general.

En ese momento, la sociedad mexicana no pudo hacer nada por el miedo de ser reprimidos de igual manera o por falta de información. Pero ahora nuestro deber es exigir información y saber que fue lo que realmente sucedió ese día. Y, el obtener esa información, representa mucho más que aclarar el secreto a voces, también representa que México ha trabajado para que las libertades que fueron violadas en 1968, sean ejercidas por los habitantes y tengamos la seguridad de que se va a hacer lo posible para que no vuelva a ocurrir un hecho cómo el que ocurrió en Tlatelolco.

También es importante que se revele la información, porque la confianza que hay de los mexicanos hacia su gobierno esta muy desgastada y el que el gobierno reconozca sus errores es un paso importante hacia la mejora de esa relación.

A 43 años de la matanza, es importante que no nos olvidemos de lo sucedido y empecemos a eliminar la costumbre de ser indiferentes ante lo que pasa a nuestro alrededor.